viernes, 17 de octubre de 2014

Los ocho hilos del Tzitzit

La raíz de las 613 Mitzvot se encuentran en ocho palabras que corresponden a los ocho hilos del Tzitzit. 

El primer hilo corresponde a los ojos: Jamás apartemos nuestra mirada de la Torá; no miremos sin antes haber elevado nuestra visión; nunca se llenen nuestros ojos de lagrimas; hablemos por el poder de los ojos y estemos siempre dispuestos a sacrificarlos por nuestra salvación. 

El segundo hilo corresponde a los oídos: No abrámonos nuestros oídos a la mentira ni a la vana palabrería. Israel sólo escucha los decretos del cielo y el suave murmullo de Hashem. 

El tercer hilo corresponde a la garganta: No comamos abominación y podredumbre, pues somos lo que comemos e Israel es un pueblo santo y puro.

El cuarto hilo corresponde a la boca: No llamemos al Santo Bendito sea por su nombre; no hablemos falsedad, primero nuestra boca sea abierta para pronunciar las bondades del Eterno, que es uno. 

El quinto hilo corresponde a las manos: No se rebaje tu mano a robar ni se apure a cometer maldad, antes abre la puerta con tu mano y da el pan a quien lo necesite. 

El sexto hilo corresponde a los pies: No camines en pos de dioses extraños; no desfallezcas ni tropieces; camina de frente a Di-s pues su sendero eterno es y brillará por siempre. 

El séptimo hilo corresponde a la piel: No cometas el adulterio; sean todos fructíferos y multiplíquense; respeta el pacto de la circuncisión.  

El octavo hilo corresponde a la nariz: No permitan ser seducidos por el dulce pero amargo aroma de la idolatría, el deseo, el ego y la vanidad, grato y verdadero en cambio es el olor de un Shabat. 

Estos seis hilos del Tzitzit se llevan siempre en el corazón. El corazón está con todos los miembros y todos los miembros en el corazón y deben ser siempre recordados en honor y reverencia al Eterno. 

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