jueves, 9 de abril de 2015

La perfecta paz

El nivel de paz matrimonial y unión que tengamos como esposa y esposo dependerá de que tan grande sea la Avodá (Servicio a Hashem) que cada uno (mujer y hombre) tenga hacia el Creador.

El esposo debe ser visto como un símbolo y representación de Di-s mismo, mientras que la esposa es una imagen de la “congregación de Israel” o “los hijos de Israel”. Tal como lo describe el Shir HaShirim en referencia al amado y la amada.

Vamos a ver cuatro situaciones cuando el nivel de Avodá es perfecto dentro de un matromonio:
-El esposo sirve al Eterno -> La esposa responde al esposo
-El Eterno bendice al esposo -> El esposo responde a su esposa
-La esposa sirve al Eterno -> El esposo responde a su esposa
-El Eterno bendice a la esposa -> La esposa responde al esposo

-El esposo sirve al Eterno -> Esposa responde al esposo
Cuando el esposo se entrega fervorosamente en servicio a Hashem, es decir, por medio del estudio de la Torá, el cumplimiento de las Mitzvot y además refuerza su Avodá con grandes Tefilot y obras de caridad, entonces, automáticamente su esposa le responderá con bondad, alegría, mucho amor y bendiciones porque la relación que tenga el esposo para con Di-s es y será la misma imagen de la relación que su mujer tendrá sobre él (el esposo).

La luz del esposo brillará sobre su esposa y ésta le responderá de manera favorable y todo esto se debe a que el esposo en su relación con Di-s representa el rol femenino, (lo mismo que la esposa en relación con el esposo) por lo tanto si el esposo siendo la imagen femenina (con respecto a Di-s) viene y se presenta como dador ante el Eterno, entonces así mismo su esposa que es su imagen femenina abajo, se presentará como dadora ante él. En palabras simples, el esposo es a Di-s lo que la esposa al esposo. En cambio si la actitud del esposo es negativa y forma dentro de su corazón malas cualidades y se desvía del camino del Eterno, ¡Jas VeShalom! entonces su esposa se apartará de él y le responderá con actitudes negativas y perderá su encanto.

-El Eterno bendice al esposo -> Esposo responde a su esposa
Ahora cuando el Eterno hace bajar la bendición sobre el esposo es porque Él ha visto en el esposo un recipiente adecuado para depositar todas sus bondades. En esta situación el esposo adopta el rol femenino porque es receptor y Hashem es el dador, por lo que el esposo adoptando la imagen del cielo, plasma abajo esa misma representación brindando a la esposa toda esa luz y bendición que el Eterno trajo sobre él. El esposo es a Di-s lo que la esposa al esposo, por lo que si Di-s da al esposo, el esposo refleja esa misma luz y bendición sobre su esposa, llenándola de amor, de cariño, de felicidad y paz.

-La esposa sirve al Eterno -> Esposo responde a su esposa
Lo mismo sucede en el plano de la mujer, aunque de manera más peculiar, ya que la esposa simboliza a “los hijos de Israel” mientras que como vimos, el hombre simboliza al Creador. Cuando la esposa se entrega en servicio a Di-s, su esposo la buscará y se encontrará totalmente enamorado de ella colmándola de mucho amor y felicidad porque así como el esposo adopta y representa la figura del Eterno, así mismo la mujer que es por naturaleza receptora, recibe todos los bienes y bendiciones de su esposo. Lo mismo pasa arriba porque el Eterno siempre es misericordioso con sus hijos que le sirven y así los ama.

-El Eterno bendice a la esposa -> La esposa responde al esposo
Cuando el Eterno colma de bendiciones y llena el recipiente de la esposa, la esposa se encuentra felizmente enamorada y conectada a su esposo y quiere transmitir toda esa luz, bendiciones y alegría antes depositadas en ella. De igual manera pasa abajo, porque cuando los hijos de Israel se sienten amados por su Creador, ellos se alegran, brillan y transmiten toda esa luz por sobre todas las naciones, ellos se sienten enormemente agradecidos, únicos en el mundo, pues el Eterno los amó y los cobijó como su pueblo elegido, por eso ellos sirven y le responden al Eterno.

Una unificación Eterna y perfecta
Se podría decir que el Eterno bendice al esposo sólo porque antes su esposa ha servido al Eterno, en cambio también podría decirse que el Eterno bendice a la esposa sólo porque antes su esposo ha servido al Eterno y de aquí se forma una cadena perfecta fundada y basada únicamente en el dar y ofrecer, una cadena donde no existe el ego y se logra la máxima unificación que es fundada en el amor (אהבה‎) y la unión (דחא) donde ambas cosas son una. La esposa podría ser vista como la primera y la segunda ה del nombre divino, mientras que el hombre debería ser visto como la ו y la י. De esta manera se logra la unión perfecta, una sola carne, una unión Santa y Primordial, la paz entre los opuestos que es la más grande y de esta forma logramos unificar el Nombre Divino.