jueves, 20 de noviembre de 2014

La quema del incienso

La quema del incienso o el Ketoret es uno de los actos de más elevada significancia espiritual que se llevaban a cabo en el templo a manos del Cohen Gadol. Pero, ¿cuáles son los significados profundos de esta santísima practica? 

La esencia más intima del Ketoret es el deseo más santo que un hombre pueda tener de unirse al Eterno, ¿por medio de qué? de un sacrificio o Korbán, que también puede leerse como Karob, que significa cercano o próximo, es decir, acercarse al creador. 

Este deseo tan intimo y profundo radica en el centro o corazón del hombre, es decir, en su Kodesh HaKodashim, su lugar más recóndito, sagrado y alejado de la materialidad y la mundanalidad. La quema del Ketoret es el acto de mayor pureza dentro del limite humano para alcanzar la unión perfecta con Di-s mismo.

¿Cómo puede encenderse entonces el Ketoret? El Ketoret sólo puede encenderse a partir de las cenizas que restan de nuestros sacrificios, es decir, las cenizas de nuestras cualidades animales, malas virtudes o defectos (que son lo que vamos a sacrificar). Una vez quemadas nuestras malas virtudes, con esas cenizas que restaron entonces podemos elevar ese humo o aroma grato a Hashem para entonces lograr la conexión perfecta. 

La quema del Ketoret esencialmente consiste en destruir nuestra impureza y a base de los restos de esa impureza ofrecer y exaltar todo lo bueno y puro que hay dentro de nosotros, es decir, quemar lo malo y elevar lo bueno. El Ketoret es una práctica de altísimo nivel espiritual y por ende de lo más santo que un justo puede hacer, que incluso con sólo pronunciar y/o recitarlo ya es bendito en todos los ámbitos de su vida. 

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